En primer lugar deberíamos identificar correctamente qué es y a qué nos referimos con Hábito, Costumbre, Comportamiento, Sistemas de Creencia y Patrones.

Si bien es cierto que esto de etiquetar a las personas o clasificarlo todo es a veces contraproducente, en la mayoría de los casos es algo a lo que no debiéramos querer renunciar. Porque necesitamos la información.

Nuestro cerebro es un gran procesador de datos, megadatos y genera todas las conexiones posibles y, si se lo permitimos, las inverosímiles. El foco de atención es precisamente este. Conocer cómo funciona y a qué obedece el mejor de nuestros aliados. Para que no se convierta en el peor de nuestros enemigos. 

Aquello de que las personas no cambian, sinceramente creo es cierto : cuando hablamos de la Esencia. Pero no cuando nos referimos a los comportamientos o la actitud. En esos cabe el ser modificables, domables y corregidos. Tanto mejor si se consiguen alienar con el ser de quien los habita (ya sean personas físicas como jurídicas).

CÓMO SE GENERAN Y MODIFICAN